Cuando escucho esa canción, nuestra canción no suena como antes.
Cuando oigo oigo tu nombre se derrumba todo encima mío.
Supongo que éramos demasiado jóvenes, demasiado tontos.
Tu orgullo, tu ego, tus hábitos egoístas los he llegado a echar de menos.
Echo de menos cuando me comprabas flores, me sujetabas la mano como si de ello valiera tu vida, cuando me dedicabas todas las horas que podías. Me llevabas a todas las fiestas y bailábamos hasta el anochecer.
Pero ahora cariño, estas bailando con esa otra mujer.
Aunque duela, se que es demasiado tarde como para volver a intentarlo.
Espero que a ella le compres flores, que le sujetes la mano, que le lleves a todas las fiestas.
Que le hagas todas las cosas que un día me hiciste a mi pero que yo desperdicie.
No hay comentarios:
Publicar un comentario